Muchas
estructuras de la naturaleza tienen una propiedad llamada
autosimilitud, su forma sigue siendo igual a pesar de la escala en
que se observen. Los fractales presentan esta propiedad también.
Investigadores del Departamento de Física han publicado un estudio
acerca de las propiedades dinámicas de los fractales con una mayor
coherencia física que los estudios anteriores y un amplio rango de
aplicaciones.
Articulo: D. Campos, V. Méndez and J. Fort
. (2004)."Description of diffusive and propagative behavior on
fractals" Phys. Rev.
E 69, 031115.
Los modelos de
reacción-difusión se utilizan con frecuencia para describir
fenómenos de propagación (tales como invasiones biológicas a través
de territorios, propagación del fuego en incendios forestales,
propagación de epidemias, etc.). Sin embargo, estos modelos tienen
la limitación de que suelen considerar que el espacio a lo largo del
cual tiene lugar la propagación es homogéneo, mientras que la
experiencia nos dice que los espacios físicos presentan formas mucho
más complicadas, con gran cantidad de obstáculos y heterogeneidades
que limitan el avance de los individuos (o partículas).
Con el objetivo
de reparar este problema, en nuestro trabajo hemos tratado de
aplicar la reacción-difusión a la propagación de individuos en los
llamados medios fractales. Los fractales son estructuras que
presentan una propiedad conocida como autosimilitud, que significa
básicamente que vistas a diferentes escalas son iguales. Así, por
ejemplo, en el dibujo se puede observar que el triángulo ABC es
igual al triángulo AB'C' (e igual al AB"C") sólo que a una escala
más pequeña. Esta figura corresponde a uno de los fractales más
conocidos, el Sierpinski Gasket.
A pesar de que
puedan parecer a simple vista artificiales, estas estructuras son de
gran interés debido a que muchas estructuras de la naturaleza
presentan también esta propiedad de la autosimilitud. Ejemplos de
ello son el contorno de las costas de un país, las redes
hidrográficas o redes de carreteras de un territorio, las
ramificaciones de los árboles... y así una infinidad de casos.
Si uno pretende
explicar un proceso de transporte en estructuras como el Sierpinski
Gasket, el principal inconveniente estriba en que no todos los
puntos de la estructura están conectados de la misma manera (no son
equivalentes), lo que obliga a trabajar con relaciones de tipo
estadístico. En nuestro caso hemos ideado lo que podemos llamar el
método de las dos escalas, que consiste en observar que las
relaciones entre los puntos de la estructura son diferentes a
distancias pequeñas o grandes.
En las escalas
más pequeñas, vemos que el Sierpinski está formado por pequeños
triángulos, todos ellos iguales; así, se puede decir que a escala
pequeña todos los puntos sí son equivalentes.
Por contra, a
distancias grandes, la autosimilitud se convierte en la propiedad
fundamental que caracteriza la estructura; según ésta, las
características de transporte a través del triángulo ABC deben ser
las mismas que en el triángulo AB'C' aunque a diferente escala.
Cuando uno
combina ambas cosas (equivalencia de los puntos a escala pequeña y
dominancia de la autosimilitud a escalas mayores), se puede llegar a
determinar la forma exacta de los parámetros de transporte y por
tanto formular un modelo matemático analítico capaz de describir el
proceso.
Así, la mayor
parte de sistemas donde aparece un transporte a través de medios
autosimilares (dispersión de contaminantes a través de ríos, la
conducción de nutrientes en los árboles, etc.) se convierten en
aplicaciones potenciales de nuestro modelo. Actualmente tratamos de
aplicar el modelo a algunos de estos casos prácticos para determinar
su validez.
Daniel Campos
Moreno Departamento de Física
Estadística Universitat Autònoma de Barcelona
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